viernes, 15 de mayo de 2009

Sueños de Mayo

Sueños de azahares, jazmines y rosas
cargaron los aires y cubrieron la Patria
en días lejanos de fuego y pasión.
¡Amor a la tierra surgiendo del seno,
trepando a los cielos muy cerca de Dios!

¡Qué bella es la vida que rompe
cadenas tras noble ideal!
¡Qué hermosa es el alma
que sabe en alturas mecerse
en las ondas de un himno
argentino de amor y de paz!

¡Son nuevos, los viejos recuerdos
que vuelven gloriosos
la mente a ocupar!

Son nuevos los sueños de azahares,
jazmines y rosas que como antes
perfuman, del alma Argentina,
enormes deseos de sentir ¡Libertad
!

viernes, 5 de diciembre de 2008

FRAY MAMERTO ESQUIÚ

Si el más bello de los sentimientos
es el que grabado a fuego perdura,
de la más honrada criatura hasta el momento,
que nació tan humilde que ha fijado
sin sentir casi el brillo de sus pensamientos.
Quisiera en aquella otrora haber vivido
y de todo lo gozado en fundamento
haber escuchado sino palabras y luego revivirlo
para confiarlo esplendorosa en la rosa de los vientos.
Se que no hace falta esta fantasía
porque el perfume de lo sacro solo se expande
en ámbitos sin fronteras y en poesía,
siendo yo solo pequeñez que se exalta con lo grande.

martes, 14 de octubre de 2008

Parándose en medio del salón,
El Licenciado en Letras dijó:


-Muy bonita su poesía “Sola”. Señorita y sin más leyó:

-¿Lo dice por halagarme o porque realmente lo cree así?
-No lo creo, lo siento así… fíjese me pasa algo raro, es como si realmente lo hubiera escrito yo mismo, nada más que… yo no lo hubiera podido expresar tan bien.
-¡Gracias!
-¿Se siente Ud. solo?, me animé a preguntar.
Sonrió casi con tristeza. Fue sólo un instante fugaz y rápidamente su expresión se tornó irónica.
-No lo sé exactamente. Es un sentimiento fluctuante. Casi no podría explicárselo.
-No lo haga. Yo provoqué la pregunta, es natural que surgiera pero quizá sea yo esa gota de rocío que no encontró el lecho aterciopelado de una rosa en la mañana…
Sus ojos esquivaron los míos. Su rostro dejaba entrever una desesperación y una angustia incontenible con una pena que yo imaginaba golpeando su corazón, atormentándolo.
Todos estaban o se sentían fascinados y a su vez azorados por la postura del profesor, quien dando media vuelta salió del lugar sin añadir absolutamente ninguna explicación.

El timbre que señalaba el fin del recreo cortó la conversación.
-Queda en suspenso nuestra confidencia… ¿puede ser?.
Se alejó con paso lento, erguido pero se me antojó que tenía el cuerpo envarado por algún motivo que estuvo a punto de revelarse.

-¿Cómo dice?, pregunté con estupor.
-Que murió a la hora en que las estrellas empalidecen. Dejó esta carta para Ud.
-¿Para mí?... pero… ¿porqué?, ¿porqué para mí? repetí mientras abría el sobre con dedos temblorosos. No quería malas interpretaciones así que dejé que la portadora leyera junto conmigo.
“La gota de rocío, decía, caerá indefinidamente mientras Dios así lo quiera… ha extraviado su camino quizá por el leve soplo de una brisa juguetona, perversa o distraída. Pero tengo la esperanza de no ir hacia la nada. Quizá vuelva a conformarme en otra gota de rocío y logre alcanzar el terciopelo de la rosa encarnada de mis sueños. Hasta entonces”.
-¿Qué significa?, sentí que me preguntaban.
-No lo sé, puede que sea sólo prosa… poesía - dije pensativamente. Hace unos días, para ser precisa, varios días analizábamos una poesía. El me prometió completar un comentario, quiero creer que es lo prometido -dije restando importancia y buscando una salida evitando la intromisión.
Y me fui humedeciendo mis pies al pisar las plantas del parque, sintiendo exquisito perfume de las mentas mezcladas a las gotas de rocío.

viernes, 22 de agosto de 2008

TÉ CANASTA

¡Cuántas soledades reunidas!
Hablan todas juntas
cada una por su cuenta
con la conciencia cierta
de poseer más que nadie
la razón, indiscutible, sincera
y sin escuchar cuan experta
es la mente preparada para “oír”
y en silencio pleno compartir,
acordar, y si se llega a disentir,
dar convencida aceptación
de llegar a la razón
logrando enderezar la propia
y necia equivocación.
Pero en esta seria Torre de Babel
miles de voces
construyen un aturdido coro,
propio de las horas ñoñas
en que la fantasía de galope moro,
es el eco de tambores
que dan sones por su cuenta,
en los que se dan razones
creyéndolas ciertas,
porque jamás supo una persona
lo que la otra en su discurso
eran en el bullicio…
¡Palabras muertas!

viernes, 4 de abril de 2008

Cortemos un poquito el conocer provincias y leamos lo que sigue:

ESTA FLOR
Esta flor que cayó de gladiolos
erguidos, tersos casi todos ellos
estará por siempre orgullosa, esplendorosa,
entre las páginas de mi libro preferido,
tesoro secreto raramente perfumado
mientras mis ojos puedan aún acariciarla
porque en símbolo es tu figura,
tu hombría, tu decencia y tu cultura,
guardando en su color rosa
la suavidad de tu verbo y de tu alma, la finura,
que son el sello que distinguen
la herencia de tu donaire, respeto y galanura.

martes, 18 de marzo de 2008

TE CUENTO DE SANTA MARÍA-CATAMARCA.


Santa María conforma un pedazo de suelo catamarqueño, para mí muy particularmente querido. He recorrido personalmente sus caminos, sus senderos y sus huellas desde San José, 14 km. más allá de la ciudad del Departamento, acompañando a mi hijo en sus socorros médicos.
Aprendí a amar, respetar y comprender los colores que Dios pintó con sus pinceles divinos el mundo que creara y quedara, salvo el trabajo de la naturaleza, el desgaste del tiempo, quizás tal como entonces.
Cuando se llega, como me ocurriera, desde un privilegiado suelo de verdes matices a transitar ya, desde la Ciudad de Santa María hacia el pueblecito de San José; se llena el alma y los ojos de la blancura de la arena, de los pequeños cerros listados con franjas moradas, violáceas, distintas gamas de marrones, insinuaciones de verde en un juego de colores fríos por la aridez de la región. “Sí este lugar tuviera agua… he pensado no pocas veces quizás se convertiría en un vergel…
¿Qué está haciendo falta entonces?.
Simplemente un dique.
Así de simple señora. - Me contestó un hombre de cutis oscuro, pómulos salientes y mirada profunda, impenetrable.
Santa María, Departamento ubicado al noroeste de la provincia de Catamarca y a una distancia de mas o menos 334 Km. de la capital, luce a 2.000 mts. sobre le nivel del mar. Este Dpto., está perfectamente demarcado de Belén por las Sierras de Quilmas y del Cajón en la parte oeste, entre El Aconquija por el este, en la parte sur está el Dpto. de Andalgalá y finalmente al norte limita con las provincias de Salta y Tucumán. Su superficie en Km. está dada en 7.023, cuenta con 18.000 habitantes cuya mayoría son descendiente de los primitivos moradores y dueños de esas tierras: los Diaguitas. Estos indígenas de cultura avanzada y gran pujanza, supieron oponer sus fuerzas al avance de los primeros conquistadores a los que vieron no pocas veces; a punto de hacerlos desistir en sus intentos de ocupación y penetración, mostrando una estrategia poco común según el decir de sus últimos descendientes, quienes conocieron a través de sus mayores, las formidables ideas de defensa que pusieron en práctica atrincherándose en cerros escabrosos no accesibles para los “intrusos”. Al respecto existen muchas anécdotas y leyendas de las que contaremos más adelante. Particularmente tuve la suerte de llegar muy cerca de esos reductos –ahora protegidos de los buscadores de antigüedades- y debo manifestar haber sentido lo que quizás sintieron los actuales dueños de estas tierras.

viernes, 29 de febrero de 2008

Conozcamos partes de una ¡Verdad! de nuestros Maestros Catamarqueños

Aguas Calientes - Catamarca
“La realidad de los docentes, la verdad a “mi manera”.

Una entrevista a Ernesto Gordillo, docente en el lugar y oriundo del Dpto. Fray Mamerto Esquiú (sito en La Carrera, Catamarca).
Nos encontramos en un pasillo del Consejo de Educación de Catamarca, sabía que su salud estaba deteriorada, así que fue una alegría que la casualidad me hiciera encontrarlo.
-“Mire, señora, cuando llegué al lugar denominado “Aguas Calientes”, -me dijo con una sonrisa indescifrable en los ojos de raro color verde celeste que resaltaban en ese rostro de piel dorada por le viento sonda y el sol norteño-; “Cuando llegué a Aguas Calientes -repitió luego de un respiro- deposité mis dos valijas arcaicas de un cuero español, en el suelo rocoso, me senté arriba de ellas y aflojé… no me da vergüenza contárselo, aflojé como un mozalbete asustado o como un viejo decrépito lleno de miedos por el desamparo que intuía… y lloré, lloré sin taparme la cara, sollozando, mirando a través de esa niebla borrosa que desdibuja lo que tiene frente suyo, lágrimas amargas, espesas de tanto estar almacenadas en algún lugar escondido del cuerpo y del alma”.
“La descarga emocional me hizo bien.
Me Serenó, no sentí vergüenza alguna, la causa era justa, esa causa que nadie querría ver; la causa docente menospreciada, pisoteada, no reconocida ni por aquellos que gozaban de altos puestos políticos a quienes recordábamos con sus manitas dentro de las nuestras iniciándolos en el camino de la cultura”.
“¡Ay, pucha!, si de ganas de desnudarlos de todo con que se los cubrió; y ahora lucen como recién llegados en nave espacial para enseñarnos, ¡ellos!.
“¡Y sí, a vivir con monedas y rotosos!” –exclamó.
-No se enoje, -me escuché decir- de desagradecimiento a los educadores viene, que yo recuerde, de los años 48’ y más.
La verdad es que da rabia porque ello que, en avance, la falta de respeto por quienes estudiaban lo vi durante el proceso y eso siguió deslizándose como una bola de nieve que ahora nos ahoga.
-“Vea, me respondió, ya no se aguanta”.
“Los que venimos de tierra adentro con la ilusión de solucionar problemas, sabiendo ambas partes que el tiempo es oro para nosotros, nos hacen esperar mañanas, tardes enteras y… “¡vuelva mañana!”.
“Esa desconsideración es la que infarta, la impotencia, el andar rogando que lo escuchen a uno de oficina en oficina casi siempre con resultados adversos y que por razones de licencias, que no se puede abandonar una escuelita más de lo que te marca el reglamento, nos vuelve hipertensos, nos deteriora la salud”, -terminó impotente y desanimado.
Yo lo miré a los ojos.
Me estremecí al ver esos ojos enrojecidos, al borde de las lágrimas y me sentí mal.


De esto hay más para contar, es solo el comienzo. ¿Es de tu interés conocerlo?